La noche estaba a punto de cubrir por completo el bosque, algo tenebrosa era la llegada de una mujer que por sus alas y sus ropas se distinguía como un ser de la oscuridad. O mejor dicho un angel caido. Sus alas parecían espinas, pero las podía ocultar cada vez que quisiera. Estaba en ese bosque por equivocación, ella debia quedarse en las montañas esperando a que algun día pudiese recibir el perdón de quien la desterró de la gracia del paraíso. A un costado llevaba una ballesta, su ropa se veía algo desgastada aunque cómoda para ella. Avanzo hasta el bosque sin intensión de relacionarse con nadie o tener amigos, su objetivo primordial era encontrar a quien la traiciono.